Fuente: Diario de Huesca
Un conjunto de grandes bolas de Navidad, en tonos rojo, blanco, dorado y verde, luce desde este viernes en la Plaza de la Inmaculada de Huesca, a los pies del pedestal donde se alza la imagen de la Virgen. La intervención es una iniciativa del Club Rotary Huesca, concebida y realizada por el artista y socio rotario Julio Luzán, con la finalidad de reforzar el ambiente navideño y contribuir a una ciudad más acogedora durante las fiestas.
La propuesta quedó el viernes instalada, en el propio enclave, según explica el presidente del Club Rotary Huesca, Ángel Bernad. El proyecto surgió tras observar distintos elementos decorativos repartidos por la ciudad y valorar que la entidad podía sumar un nuevo atractivo al espacio urbano. Tras el contacto con el Ayuntamiento de Huesca, el consistorio planteó este emplazamiento como escenario idóneo.
Las piezas decorativas, de gran formato, están elaboradas en poliéster y pintadas a mano, con medidas que oscilan entre los 90 centímetros y el metro veinte, lo que les otorga una presencia destacada en el entorno. El trabajo artístico ha sido asumido íntegramente por Julio Luzán, que ha optado por una estética reconocible y ligada a los colores tradicionales de la Navidad.
Bernad destaca que la iniciativa responde al espíritu social y voluntario de la organización. El objetivo, agrega, es acercarse a la ciudadanía y visibilizar una labor discreta, desarrollada con recursos limitados, pero con una clara vocación de servicio y compromiso con la ciudad.
El proyecto nace además con voluntad de continuidad. Tanto Bernad como Luzán detallan que la intención es darle recorrido en próximas ediciones, incorporando nuevos elementos y, si las condiciones lo permiten, ampliando la intervención dentro del mismo espacio. La aspiración es consolidar este punto como un referente navideño al que los vecinos puedan acudir durante las fiestas.
La iniciativa incorpora también una mirada hacia Europa, según comenta Julio Luzán, con la idea de integrar en el futuro referencias a tradiciones navideñas de otros países. La Plaza de la Inmaculada se plantea así como un espacio de encuentro entre la ciudad y un colectivo que busca comunicarse con la sociedad a través del arte y la decoración urbana.
Desde Rotary subrayan que se trata de una propuesta poco habitual dentro de la organización, ya que no es frecuente que los clubes participen directamente en la ambientación navideña de las ciudades. En este sentido, consideran la instalación como un paso más para estrechar el vínculo con los vecinos.




