Más de un centenar de personas gozaron con interpretaciones sutiles y alegres con la participación del maestro Ernest So en la iniciativa de Nati Ballarín.
El Salón Azul del Casino Oscense tiene un halo de cosmopolitismo. El modernismo que impregna su decoración es el escenario ideal para acoger a grandes artistas. En este emblemático escenario se ha tocado música culta, salsa, jazz y pop, por él han desfilado grandes actores (recuerdo un encuentro con el simpar José Luis López Vázquez) y personajes de nuestro tiempo como Virgilio Aljama en su presentación del último videoclip rodado en el Aeródromo de Tardienta.
Esta tarde de sábado, bajo los auspicios promotores del Rotary Club de Huesca y en el marco del World Music Connection Festival de Nati Ballarín, una corriente sutil y alegre se ha deslizado de la interpretación de los clásicos por un puñado de jóvenes pianistas chinos en algunos casos a cuatro manos con el maestro Ernest So. So, por cierto, ha introducido el programa con su “poquito español” que ha sido más que suficiente, porque lo ha solventado con la sonrisa y con las posteriores evoluciones de sus alumnos. En la presentación, le han acompañado el presidente de los rotarios, José Luis González, y la propia Ballarín, rotaria y pianista magistral.
Ha sido Nati Ballarín la que ha ido dando paso a las interpretaciones que, sin excepción, han provocado muestras de admiración, comenzando por el pequeño Oscar Chun Hin, 7 añitos de genialidad y desparpajo, que ha interpretado a Ede Poldini (The music box) a Bárbara Arens y sus Rayos de Luna número 1 desde la cita con la Medianoche y el Guerrero Solitario, banda musical para Arcano: Liga de Leyendas, de Lei Qian.
Todavía resonaban los aplausos cuando Chengqi Song se ha arrancado con el Vals Poético de Enrique Granados, un guiño a la música española con una pulcritud exquisita.
Muccia Gao y Feixuan Li han estrenado las piezas a cuatro manos con el Viaje a los Cielos de Vladimir Sapozhnikov y la Danza Havana de Catherine Rolli, con una compenetración en sus evoluciones fabulosa.
Otra de las benjaminas, Jennie Wang, ha embelesado a la sala con la atrevida Toccata de Martín Cuellar y el Tap Extravaganza para cuatro manos de Jenni Wang.
Heyue Meng ha deslizado una hermosa Canción de Cuna número 3 de la Suiz de la Zhuang People’s Village y, posteriormente, Rosa Menor número 1 de la Colour Suite.
Ha reaparecido en el piano Feixuan Li para gozo de todos los presentes que han aplaudido el Nocturno en Fa menor de Frédéric Chopin.
Dongze Li ha interpretado dos hermosas obras, el Impromptu Opus 142 de Franz Schubert y el Over the Bars (sobre las barras) del genial James P. Johnson.
El finlandés Oscar Merikanto y su Vals Lento, precioso, ha sido delicadamente tocado por XiaoXia Jiang, que ha recogido una impresionante ovación.
Y ahí que iba Jiahong Yu con Antoni Dvorak y sus maravillosas Danzas Eslavas a cuatro manos con el profesor Ernest So, plenos de complicidad que han contagiado al público que lo ha agradecido con sus aplausos.
Palabras mayores las obras tocadas por Yuxuan Lu. El Vals en A Menor de Frédéric Chopin y el Barcarolle en junio de Las Estaciones de Piotr Tchaikovsky..
El colofón ha sido fantástico. Xing Zhao ha interpretado el Intermezzo Opus 118 número 2 de Johannes Brahms y, con Ernest So, han dulcificado la impresión del adiós a un gran concierto con el Libertango con aroma a tango de Astor Piazzolla.
En la despedida, junto a las ovaciones, admiración a mares, que para eso el salón es azul, con la certeza de que el virtuosismo ya va en camino de encontrarse con estos jóvenes pianistas que no sólo interpretan con gran calidad sino que además aderezan el movimiento de sus manos y el disfrute de sus evoluciones con una sonrisa.
Tras los conciertos de Alberuela de Tubo, Villanueva de Sijena y Huesca, esta tarde de domingo cierra el ciclo del World Music Connection Festival en la Iglesia de El Salvador de Sariñena.